En un tono más personal, el presidente venezolano aseguró que su intervención no respondía a su rol oficial, sino a su preocupación como abuelo de diez nietos. Se mostró especialmente molesto por el hecho de que niños tan pequeños, de tan solo 2 o 4 años, repiten la canción y ven el video, algo que considera una influencia perjudicial.
Maduro también reveló que había tenido conversaciones con un cantante de música urbana de renombre, cuyo nombre prefirió mantener en reserva, en las que le planteó sus preocupaciones sobre las letras de las canciones.
Maduro también aprovechó para hacer un llamado a la cultura y la educación como medios para “vacunar” a los niños y jóvenes contra los contenidos que considera nocivos. Durante su intervención, instó a su ministro de Cultura, Ernesto Villegas, a tomar medidas para contrarrestar este tipo de música, que según él, no tiene límites morales en su búsqueda de viralidad.