Los enfrentamientos armados nuevamente sumergen en sangre y fuego a las comunidades asentadas en los corredores limítrofes de las subregiones del norte, el Bajo Cauca y el nordeste del departamento.
En doce municipios se libra la disputa territorial entre las comisiones mixtas del ELN y las disidencias de las Farc contra el Clan del Golfo por la minería ilegal, los cultivos ilícitos y las rutas del tráfico de armas.
Estas confrontaciones tienen disparados los homicidios. El último caso fue en la vereda El Doce de Tarazá, donde fueron asesinados cuatro presuntos integrantes del Clan del Golfo a manos del ELN. Además, en Anorí se desplazaron 120 familias desde la vereda los trozos por temor al fuego cruzado.
Tropas del Ejército ya están desplegadas en las zonas rurales de estos territorios, sin embargo, aún no hay retorno de las familias campesinas porque no sienten garantías de seguridad.